martes, 30 de enero de 2007

Banderas de Nuestros Padres







Estreno: 3 de Enero de 2007.
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Esta claro que no voy a iluminar a nadie a estas alturas de la película si hago un comentario, sobre si Clint Eastwood (Million Dollar Baby) es un buen director o no, es por eso por lo que no voy ni a molestarme ya que pierdo el tiempo, pero si puedo decir que para esta película ha decidido no contar con un reparto especialmente espectacular, a pesar de encabezarlo Ryan Phillippe (Caos), actor al que no tengo por mediocre pero que tampoco sobresale, y acompañarle Paul Walker (La prueba del crimen) del que nada se puede comentar, ya que apenas balbucea un par de palabras en toda la cinta. Esta claro que Eastwood no necesita nada mas que agitar su varita mágica para que lo que por lógica seria un caos empiece a tomar sentido por si solo, y yo creo que es, no por la historia que cuenta, si no como, y desde que perspectiva la cuenta, muchos pensaremos en el parecido de la puesta en escena de otro conocido filme que también trata la incombustible Segunda Guerra Mundial, pero aquí no se cuenta lo cruenta que puede ser una guerra, eso ya se contó en la otra, en Salvad al Soldado Ryan, aquí se profundiza mas, y se hace tratando de tirar un poco de ese telón que tapa la pista central del gran circo de espectáculo, orquestas y fuegos artificiales, que no es mas que sencillamente que el gran salvador de la Europa ocupada por los Nazis, comandado por sus grandes generales como ya hicieron hace algo mas de un siglo con su 7º de caballería.
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La historia que nos narra, es tan simple y cotidiana, como la de unos soldados convertidos en héroes con el fin de conseguir y manipular a las masas para poder seguir financiando su guerra, y así tener el control y poder necesarios para llegar a donde a día de hoy han llegado. Nos da a ver que antaño las cosas no eran tan diferentes a lo actual, soldados convertidos en héroes del momento, lo fuesen o no, que terminan siendo olvidados tanto por su país como por su gobierno, ya que lo importante no es el individuo, haya muerto o no en el cumplimiento de su deber defendiendo a la patria, lo importante es la consecución del fin que se marca, y hay que llegar a ello fuere como fuere, incluso si hay que tocar el bombo y la pandereta marcando el paso de los “Héroes” mas cobardes del conflicto. El fin es que el pueblo vaya a la guerra en masa y además la financie para beneficio de quienes la declaran, ya lo decían los Absolutistas Ilustrados, “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
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Solo hay un aspecto mas que voy a destacar del filme, y es que en mi opinión a Eastwood le sobran como unos diez minutos de metraje, esos que aglutinan historias sentimentaloides de esas que tanto le gustan a su amigo Spielberg. Sean ustedes los que decidan si la película es buena o no lo es, a mi me gusto, y también lo que narraba, lo que si que creo que es primordial, es ver su media naranja para hacer un computo global de los resultados.
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